lunes, 11 de noviembre de 2013

FELIS SILVESTRIS CATUS


Somos dos o quizás en esta multitud no cabe otra espesura.
Somos dos en el saludo atónito, la cornisa del día, la ventana que no abrieron, la calma y sus desaires.
Somos dos en el quebranto, el vino transmutado, el cáliz bendito de las calles.
Somos dos en la cama que nadie habitará por la noche o en el sórdido recuerdo o en la página quince de "El teatro y su doble".
Somos dos. Tu nombre roza el aire envestido de luces amarillas.
Somos dos en el desvelo, en la almohada tiesa y el techo que derrumba su sueño imposible.
Somos dos, amigo, compañero de vinos y de láminas y hojas sin márgenes.
Y si toco tu lomo atigrado, se ovilla tu amor sobre mis dedos o tus ojos despiertan y un maullido se eriza en la quietud infinita de la noche.
Hugo Celati (2013)
Fotografía: Hugo Celati (2013)