domingo, 11 de octubre de 2009

EL GUSANO


No sé porqué este gusano me recorre y duele hasta decir mañana o nunca.
En la calma de la noche, en el desvelo que cuenta las vetas infinitas de los mares, se arrastra y horada las paredes del silencio, el suelo gástrico del odio, la entumecida quietud de mis entrañas que gimen (solo yo las escucho...pero gimen) y los sueños se sientan en la almohada, me miran desde el lejano territorio dónde supe estar, despreocupado, me miran y apenas si pueden con su llanto, con sus maneras contritas, con su culpa agazapada.
Pero el gusano prosigue, él no ha venido a este mundo a otra cosa que a comer de nuestra carne, los brotes de nuestros árboles, el cairel de nuestra risa. Sobre la flema de este gusano que corre, sinuoso, por las calles secretas de mi cuerpo, jamás sospeché que la noche fuera tan larga.
¡Siempre me pareció tan breve a la hora del amor o en la secuela del cansancio!
Ya pasará. A lo lejos, se escucha el ardoroso andar del primer tren. Las luces pronto traerán en vilo a la mañana, esa tregua inútil que me quita del medio, que me cierra los ojos sin decirme palabra.
Hugo Celati (2009) (Imagen: René Magritte: "La Meditación")

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