jueves, 1 de octubre de 2009

POSDATA


No tengo prisa por llegar hacia el último escalón de la noche.
Allí solo un conjuro de la luna puede darle brillo a mis silencios
y la desesperada marcha ciega que me impulsaba a golpear puerta por puerta
buscando lo que no habría de hallar ha terminado de súbito.
When I die I don't care what happens to my body dijo Ginsberg y entonces puede ser, pues claro que es posible.
Si todas las luces se parecen al candil del adiós que unos ojos dibujaron en mi piel, en mi torpe esperanza de niño y en la ventana de mis próximas prisiones.
Lo que vino es igual a lo que se ha ido.
Pero eso no es todo amigos. Se parece demasiado al cuerpo tibio y sin vida de lo que habrá de venir.
Los pies están descalzos, la ropa se vuelve hacia mí, los libros se precipitan hacia el suelo, el reloj de pared se encabrita, los pocillos se vacían sin que nadie los haya llenado, el vino no embriaga, el fuego ya no daña la trama indisoluble, la fiesta es apenas un recuerdo de ajenas alegrías, el rostro de Dios no está en su retrato.
Podríamos decir con Ginsberg
When I die I don't care what happens to my body
Pero creo, mis amigos, que ustedes ya lo han descifrado.
Hugo Celati (2009) Imagen: René Magritte.

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